viernes, 27 de febrero de 2015

Los pingüinos en peligro de extinción

Los pingüinos están en peligro de extinción debido a que, por el calentamiento global y los gases de efecto invernadero, su hábitat se está destruyendo, los polos se derriten, provocando que cada vez haya menos hielo donde los pingüinos emperador pueden criar a sus bebes, ya que estos los crían en el hielo marino mientras la mama va a cazar para alimentar a su cría. En cambio hay otro pingüino llamado pingüino de Adelia, esta especie cría a sus polluelos en tierra firme, donde no hay hielo, pero viven en una zona de la Antártida donde la tierra se está acabando debido a que, por el calentamiento del planeta, cada vez cae más nieve debido a la evaporación más rápida del agua, debido esto los pingüinos de adelia cada vez encuentran menos lugares donde no hay nieve ni hielo, a la vez otras especies de pingüinos llegan más a esas zonas por la nieve y le están quitando el lugar a los pingüinos de adelia.
Los pingüinos se alimentan básicamente de peces pequeños y plancton, debido a que las aguas dela Antártida se están calentando, estos peces buscan lugares más fríos, dejando a los pingüinos sin comida.
Otras amenazas:
La subida del nivel del mar podría provocar que la tierra donde habitan los pingüinos sea menor, y que los archipiélagos de hielo donde habitan se derritan y ya no tengan donde vivir, aparte de que habrá menos comida y estos morirán de hambre.
Nuestras emisiones de gases de invernadero también están causando que los océanos se vuelvan ácidos, lo cual amenaza desde el plancton hasta los pingüinos. Los océanos absorben una gran proporción del dióxido de carbono que produce nuestra sociedad industrial. A medida que las aguas del océano han ido absorbiendo este exceso de dióxido de carbono, la acidez del océano ha aumentado en proporciones drásticas  y los iones carbonato se han vuelto menos disponibles lo que provoca que las criaturas que calcifican, tales como el plancton, los corales, y las almejas ya no puedan producir sus conchas, o que estas se vallan disolviendo, lo que hace que estas sean más vulnerables y mueran en el océano y se reduzca la comida para los pingüinos.
Un censo de la población de pingüinos en la isla Isabela preocupa a científicos porque determinaron que su número ha disminuido a alrededor de 1.000 aves. Los investigadores creen que este problema se debe  al cambio climático global que aumenta el impacto del fenómeno meteorológico conocido como” El Niño “, que calienta las aguas del Océano Pacífico y disminuye la vegetación de que se alimenta  la fauna de Galápagos provocando que los pingüinos adultos vallan en busca de comida y abandonen a sus polluelos, lo que morirán de hambre al nunca llegar sus padres.

Para preservar esta especie es necesario disminuir la cantidad de gases de efecto invernadero que se lanzan al aire, ya que estos provocan más calentamiento en estas zonas y las especies ya no puedan sobrevivir, o busquen otros lugares donde puedan, también es necesario no tirar basura en los océanos o mares, ya que esta basura se atoare en los pingüinos y hace que estos mueran

miércoles, 25 de febrero de 2015

La reproducción de los pingüinos



Durante la estación de apareamiento los pingüinos se concentran en grandes colonias donde se reúnen para reproducirse. Aunque pueden convivir juntas diferentes especies, lo habitual es que estén muy segregadas.
Para llegar a los lugares preferentes de reproducción, los pingüinos siguen fielmente el camino de sus predecesores. Estas rutas son a veces realmente complicadas, y se pueden ver a lo largo de desoladas costas y zonas rocosas. Estas zonas se encuentran en muchas ocasiones a varios kilómetros del océano.
Las áreas por donde pasan los pingüinos para incubar se encuentran generalmente muy desgastadas, formando senderos lisos y bien definidos, incluso en las rocas, barriendo los guijarros y gastando la vegetación desde la orilla hasta más de un kilómetro tierra adentro, tras el paso por esos lugares de incontables generaciones de aves.
La búsqueda de pareja supone un ritual de exhibiciones. Suelen emitir extraños gritos y según la especie braman, sacuden la cabeza o levantan las alas en sus llamadas.
La forma de anidar varía según la especie. Mientras que algunos prefieren refugiarse en lugares abrigados como madrigueras o huecos en las rocas, otras ni siquiera construyen nido o incuban directamente a cielo abierto sobre piedras o palos amontonados.
Los pingüinos Emperador y Rey, curiosamente, utilizan sus patas como soporte del único huevo que incuban acuclillándose sobre él para darle calor. Otras especies hacen hoyos para depositar los huevos formando rectángulo de 60 a 90 cm. de hondura, pero con forma de horno con entrada ancha y muy baja.
Los pingüinos suelen poner dos huevos parecidos a los de un ganso, el color es más bien entre blanco y verdoso con pecas pardas, y los periodos de incubación varían según la especie, que puede ser entre 30 y 37 días o incluso superior a 50 días como es el caso del pingüino Rey.
Algunas especies son tan sociables que los huevos pueden llegar a cubrir por completo un espacio de terreno de 500x50 m. Se dan casos en los cuales los ejemplares más grandes adoptan por la fuerza los huevos de los más pequeños.
La incubación y alimentación de los polluelos es en general tarea de ambos sexos. El macho permanece cerca de la hembra y la reemplaza en el nido, asiduamente se dedica a cebar a la hembra y polluelos que reciben el alimento regurgitado de su estómago.
En alguna especie, como el pingüino Adelia, el macho suele ayunar durante las primeras dos semanas de incubación, permitiendo que la hembra acuda al mar a alimentarse. Se conocen casos en que el periodo de ayuno del macho abarca desde la defensa del territorio en que van a anidar, el de apareamiento, y el de incubación de los huevos.
Cuando la hembra regresa al nido para tomar el relevo, el macho acude al mar (muchas veces a kilómetros del nido) para alimentarse y recuperar la grasa perdida. Al regresar al nido trae alimento en su estómago para los polluelos que van a salir, y que regurgitará en sus picos.
Otras especies no experimentan ayunos tan arduos durante el periodo de reproducción. Las que anidan en zonas próximas al mar pueden desplazarse a diario en busca de comida.
Los polluelos de pingüino nacen cubiertos por un plumón grisáceo, o con dibujos blancos o grises suaves.
Según las especies pueden permanecer confinados en el nido o madriguera durante todo el periodo que dure la anidación. Mientras tanto son alimentados  por sus progenitores.
Cuando los polluelos alcanzan un desarrollo en el que no necesitan vigilancia y atención constante, son agrupados en otras especies, en colonias, donde permanecen mientras los padres pescan.
Al regreso, éstos son capaces de reconocer a sus polluelos entre grupos de miles de individuos; cuando son reconocidos, los polluelos realizan una carrera persiguiendo a uno de sus progenitores, que suele llegar cargado de comida; cuando se detiene, regurgita la comida, que ya ha sido digerida en parte, en el pico del polluelo.
Cuando los jóvenes pingüinos han adquirido su primer plumaje, entran al mar y se buscan alimento por sí mismos.